martes, 17 de diciembre de 2013

Vuelta a las andadas



Puede que fuera más exacto titular esta entrada “Vuelta a las quemadas”... Porque de eso se trata. No podía pensar que, cuando escribí la entrada “Fuego en La Viliel.la”, referida al incendio del pueblo en 1838, apenas tardase un mes en aparecer uno de los criminales habituales para perpetrar su fechoría. Cuando parecía que, después de tres años y otros tantos incendios, este 2013 iba a pasar sin ninguna novedad semejante, volvemos a tener otra vez un paisaje negro en La Viliel.la.


(Foto: Inés Rodríguez)
En esta ocasión se vieron afectadas entre 60 y 70 Ha de monte bajo y arbolado. No está claro aún dónde empezó el fuego, aunque parece ser que pudo ser en el cruce de la antigua carretera de El Rañadoiru (cerca del túnel), con el camino que sale de la vuelta de Rufaru hacia La Viliel.la, sobre las dos de la mañana del viernes 27 de septiembre.



¿Los motivos? Ya no tengo imaginación suficiente... Caza furtiva, venganzas contra la Administración (no sólo en el monte de todos, sino también en las fincas de los vecinos), el gusto por ver arder,... Cualquier cosa ya es posible. Y superando un escalón más, el fuego llegó a estar a poco más de 40 metros de las casas del pueblo (en los incendios anteriores se acercó a unos 400 metros), aunque la intervención de las brigadas antiincendios y la lluvia de la mañana impidieron que se originase una desgracia mayor.



(Foto: Dionisio Álvarez)


Poco puedo añadir a lo expresado en otras ocasiones. Sólo queda esperar que los culpables de tanta destrucción paguen sus crímenes. Y que ésta fuese la última vez que tuviese que escribir sobre un asunto semejante. Pero no hay muchas esperanzas de que así sea...








2 comentarios:

Milio'i Sebastián dijo...

Regalito de Navidad. De continuar quemando encima del pueblo, puede fácilmente ocurrir como en Degaña, que llegue la inundación de lodos y cenizas tras un chaparrón...

Jose de Mingo dijo...

Los incendios son un mal endémico de la comarca y en La Viliel.la, por lo que cuentas, todavía más. Esperemos que lo más pronto posible, el incendiario sea descubierto y puesto a buen recaudo, porque gente de esa calaña no hace falta en ningún sitio.